No es solo el mundo hospitalario el que se ve afectado por la aparición y manifestación de infecciones. El sector farmacéutico también necesita buenas prácticas para higienizar y desinfectar adecuadamente.

El sistema desarrollado por AMIL Care permite asistir y apoyar las GMP en el campo de la esterilización y desinfección de áreas con carga microbiana controlada, particularmente en el mundo farmacéutico, apoyando así el correcto saneamiento farmacéutico.

¿Qué son las GMP?

Difícil de saber si no eres un experto en productos farmacéuticos o incluso solo en saneamiento ambiental y saneamiento de la industria farmacéutica. GMP es un acrónimo que indica Buenas Prácticas de Manufactura o Good Manufacturing Practices (NBP).

Las GMP consisten en un conjunto de reglas que describen los métodos, equipos, medios y gestión de las producciones para garantizar los estándares de calidad adecuados. Se utilizan principalmente en los campos alimentario y farmacéutico.

Entre los componentes fundamentales de las GMP encontramos la documentación, a través de registros adecuados, de cada aspecto del proceso, de cada actividad y de cada operación; o el uso de personal especialmente capacitado para ocuparse activamente de la limpieza y desinfección; verificación periódica del buen funcionamiento de herramientas y maquinaria; la validación del proceso.

¿Por qué GMP en la industria farmacéutica?

En definitiva, es un sistema para garantizar que los productos se fabrican y controlan constantemente según estándares de calidad.

Los medicamentos de mala calidad son un gran riesgo para la salud y una pérdida de dinero tanto para los gobiernos como para los consumidores individuales.

El estudio “La baja calidad de servicio percibida en la farmacia comunitaria se asocia a una mala adherencia a la medicación”, que puedes leer íntegramente pinchando directamente en el título, muestra unos resultados al respecto que no deben subestimarse. Un medicamento de mala calidad puede contener sustancias tóxicas o contener poco o nada de los ingredientes declarados y, por lo tanto, no tener el efecto terapéutico deseado.

Es por esta razón que la mayoría de los países solo aceptan la importación y venta de medicamentos fabricados bajo GMP reconocidas internacionalmente. Los gobiernos que buscan promover la exportación de productos farmacéuticos de sus países pueden hacerlo exigiendo GMP para toda la fabricación farmacéutica y capacitando a los controladores para hacerlo.

Las buenas prácticas de fabricación son un sistema diseñado para minimizar aquellos riesgos relacionados con cualquier producción farmacéutica que no pueden eliminarse mediante la prueba del producto final. Los principales riesgos son la contaminación inesperada de los productos, que puede causar daños a la salud o incluso la muerte; etiquetado incorrecto en los envases, que podría indicar que los pacientes han recibido el medicamento equivocado; sustancia activa insuficiente o excesiva, lo que resulta en un tratamiento ineficaz o efectos adversos.

Las GMP cubren todos los aspectos de la producción: desde los materiales de partida hasta las instalaciones y el equipo, hasta la capacitación e higiene del personal. Los procedimientos escritos detallados son esenciales para cada proceso: deben existir sistemas para proporcionar evidencia documentada de que los procedimientos correctos se siguen consistentemente en cada etapa del proceso de fabricación, cada vez que se fabrica un producto.

La OMS ha establecido directrices detalladas para las buenas prácticas de fabricación. Muchos países han formulado sus propios requisitos de GMP basados ​​en las GMP de la OMS. Otros han armonizado sus requisitos, por ejemplo en la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), la Unión Europea ya través de la Convención sobre Inspección Farmacéutica.

GMP y Saneamiento

¿Qué tiene que ver, sin embargo, el saneamiento y la higienización con todo esto? Podemos decir que son elementos esenciales. Las GMP, como dijimos, conciernen a todos los aspectos de la producción (desde la recepción de materias primas hasta la distribución de productos terminados) e implican el mantenimiento de registros, el grado de calificación e higiene del personal, limpieza, desinfección e higienización, verificación de equipos e instalaciones, validación de procesos, gestión de reclamaciones y la necesidad de que los alimentos y/o productos puestos en el mercado se suministren en condiciones seguras.

Para cumplir verdaderamente con las pautas, es necesario contar con sistemas de saneamiento certificados y confiables. Las GMP también se denominan “cGMP”. La “c” significa “actual” y recuerda a los fabricantes que deben emplear tecnologías y sistemas actualizados para cumplir con la regulación. Es posible que los sistemas y equipos utilizados hace años no estén a la altura de los estándares actuales.

El papel de empresas como AMIL Care

Para ello es necesario confiar en empresas como AMIL Care. De hecho, Medisystem apoya y asiste a las GMP en el campo de la esterilización y desinfección de áreas de carga microbiana controlada, en sitios de producción farmacéutica (principalmente en BIO y producciones vegetales) y en todas aquellas aplicaciones donde existe la necesidad de lograr un alto nivel de calidad ambiental (actividad espermicida).

Los entornos de la industria farmacéutica están compuestos por una amplia gama de departamentos de producción, cada uno de los cuales tiene características diferentes según el tipo de posible contaminación. Entre estos podemos mencionar el túnel de lavado, los aisladores, las cabinas de flujo laminar, las salas limpias, los laboratorios de investigación, los recintos de animales, los almacenes logísticos, etc.

El Medisystem está especialmente indicado para las necesidades de higienización de todos estos entornos porque surge de la combinación de tecnología punta y protocolos de descontaminación validados, principalmente en áreas críticas y sobre los principales patógenos multi-resistentes, incluso en puntos que son de difícil acceso.

La acción combinada de la micronebulización y el peróxido de hidrógeno garantiza una eficacia contrastada gracias a su actividad esporicida, micro-bactericida, fungicida y virucida.

Todo esto es parte de un proceso estandarizado y rastreable. Para obtener información sobre sanitización en la industria farmacéutica, no dude en comunicarse con el personal de AMIL Care.